Volteo a ver el tiempo que llevo escuchando hip-hop, algunos 17 años ya, y los Beastie Boys tienen un lugar completamente aparte de todo el mapamundi hip-hop. Sin olvidarnos, por su puesto, de su cachondeo con el punk-rock de los ochenta. Los Beastie Boys tienen un altar satelital que ve todo lo demás desde arriba, desde la autoridad que da generar algo absolutamente propio. Un estilo y una forma de cuadrar rimas y música como nadie más. Recordemos, por ejemplo, que el Paul's Boutique (Capitol, 1989) es uno de los discos que rompió cualquier tipo de barrera en el oficio del sampleo y las multi-capas sonoras en una misma canción. El disco cuenta con más de 100 sampleos. A lo largo de más de diez discos, los Beastie Boys fueron desgranando un estilo que será recordado hasta el final de los tiempos. Son residentes absolutos y permanentes del club de los más cool. Sería ocioso ponernos a nombrar todas las generaciones, artistas, foros y lugares del mundo que han influido. Tuvieron la habilidad artística de siempre reinventarse a lo largo de toda su trayectoria. Tómese cualquier radiografía de su carrera, cualquiera, desde la estridencia que firma la obra maestra Licensed To Ill (Def Jam, 1986) hasta el video de "Make Some Noise" (Hot Sauce Committee Part Two, Capitol, 2011), en el que Seth Rogen, Danny McBride y Elijah Wood se ponen en los tenis de Mike D, MCA y Ad-Rock. Los Beastie Boys nunca dejaron de ser ellos.
Es un grupo muy admirable. Único. Y hoy nos tiene noticias tristes. Hoy perdió a uno de sus miembros fundadores, Adam Yauch, un exquisito músico que le dio rienda suelta a su mente por medio de la música. No importa nada, sólo que venga desde el corazón. MCA vivía en el planeta de lo chido, un cálido rincón en la historia de la cultura pop dedicado sólo a los que sí corrieron riesgos. Adam Yauch a.k.a. MCA a.k.a. Nathanial Hörnblowér será brutalmente extrañado. Queda claro que los Beastie Boys se terminaron y, con ellos, una era.
Que descanse siempre en paz. Lo vamos a recordar.