La película de la semana: 'El nombre De la Rosa'
El sábado 31 de octubre de 2020 el mundo amaneció con la noticia de la muerte del actor escocés Sean Connery. Los detalles del deceso, fallecer dormido en tu casa de las Bahamas a la edad de 90 años, parecen a primera vista ideales para cualquier persona. Sin embargo, detrás de la imagen de esa plácida partida se esconden unos últimos meses afectados por la demencia.
Más allá de los detalles de su muerte Connery tuvo una carrera envidiable de casi un centenar de películas en la que trabajó bajo las órdenes de directores de la talla de Alfred Hitchcock, Steven Spielberg, Sidney Lumet, Richard Lester, Brian de Palma o Gus Van Sant.
Galán, caradura, estrella, truhán, guapo, canalla, atlético, seductor, irreverente son muchos calificativos que se asociaron con la persona de Connery.
De toda la carrera del hijo de una familia pobre de clase obrera que trabajó como chofer de camiones, marino, guardaespaldas, profesor de natación o lechero, y que se convirtió en una de las estrellas mejor pagadas del mundo, hoy escogemos un clásico irrepetible de los años ochenta: El nombre de la rosa.
Adaptación al cine de la novela de Umberto Eco, que bajo la dirección del francés Jean Jacques Annaud se volvería en un éxito global, la historia de William de Baskerville le daría a Connery una oportunidad más de lucirse en la piel de un monje que trata de resolver unos misteriosos crímenes.
Una rara joya del mainstream que ha envejecido con mucha dignidad y funciona como pretexto para recordar a una estrella de las que ya no hay.