Dec 30

Dec 30 John Madden: El eterno maestro de la NFL

A finales de los años 60, un muy joven John Madden entró a un curso veraniego con la figura trascendental para la NFL en aquella década: Vince Lombardi. Sin embargo, el furor se convirtió en aburrimiento cuando el coach cinco veces campeón se tardó seis horas en explicar la jugada insignia de su libro, clave para el éxito de los Green Bay Packers: The Sweep.

Cuando terminó la disertación, la mente de Madden cedió el aburrimiento por asombro y la certeza de que su conocimiento en el futbol americano era nulo. El alumno aprendió rápido y apenas nueve años después de que Vince Lombardi conquistara su último título, el pupilo levantó el mismo trofeo con los Raiders de Oakland.

Para su retiro, se convirtió en el entrenador con mejor porcentaje de victoria en la historia de la NFL y el único Head Coach en obtener más de 100 victorias y menos de 35 derrotas. El camino hacia Canton, Ohio, sede del Salón de la Fama del futbol americano profesional quedó marcado, aunque no fue sino hasta 2006 que su busto luce entre los inmortales.

Pero la clase del maestro no terminó con su despedida de los emparrillados. Su análisis televisivo dio a varias generaciones los cimientos del entendimiento del deporte y el color de su lenguaje, la construcción de leyendas, desde Joe Montana, Berry Favre y Tom Brady.

Aunque quizá lo que terminó por darle un espacio en la historia de la cultura popular fue su incursión en los videojuegos. Para 1989 las lecciones se traducían en 16 bits para el Commodore 64, así como el Apple DOS. En la plataforma, Madden explicó las implicaciones de la elección de una formación y una jugada por otra con un diagrama de la colocación de los 11 ofensivos y defensivos.

A 43 años de su retiro, 33 años después de su primera entrega del videojuego y 13 de su última transmisión, John Madden dejó este plano con una legión de discípulos que ya fuera en Buffalo State, los Oakland Raiders o a través de una televisión, en vivo o en una consola nos quedamos con el mismo asombro y la misma sensación de entenderle todo y nada, aunque quizá la lección más importante la dejó en otro hito de la cultura popular de Estados Unidos: la película “Pequeños Gigantes” donde dejó un único consejo a un equipo en las vísperas de su gran partido: “Diviértanse”.