Un adolescente se arma de valor para cantar frente a toda su escuela. Él y su guitarra. Los jóvenes estudiantes, ante la sorpresa de escuchar esa abrazadora voz, intentan convencer a Jake Bugg para audicionar en Britain's Got Talent, pero esos intentos no cuajaron, pues para él esos concursos siempre le parecieron ridículos.
Jake, sin entrar al concurso de talentos, estaba destinado a alcanzar la fama. Pronto estaría abriéndole conciertos a Noel Gallagher o a un secret show de los Stone Roses. Bugg, de tan sólo 18 años, parece que nació años atrás y que el frío londinense lo conservó joven nada más por fuera. La música que hace suena a un folk amoroso, nostálgico y fresco.
El álbum debut y homónimo comienza con "Lightning Bolt", una canción que irremediablemente recuerda a Bob Dylan, con una voz menos rasposa. De ahí sigue "Two Fingers", con ritmos más divertidos. El panorama general del disco muestra a un muchacho auténtico, con letras sabias y sonidos genuinos, no por nada pasó muy poco tiempo de que Mercury Records sacara su disco para que alcanzara el top número uno en las listas del Reino Unido.
El primer sencillo que salió a la luz fue "Trouble Town", que habla de estar desesperadamente encerrado en una pequeña ciudad: "Stuck in speed bump city / Where the only thing that's pretty/Is the thought of getting out". A partir de esta canción, los sencillos que le siguieron alcanzaron altos lugares en las listas, y seamos sinceros, el Reino Unido es uno de los mejores lugares para criar músicos.
El Jake Bugg es un disco que podría sonar setentero, y sin embargo se siente increíble regresar a escuchar aquellos acordes y ritmos que hacen que el tiempo se detenga. Probablemente algo de lo mejor que puede pasar con este disco es que en las comidas familiares en vez de que los parientes pidan que quiten el disco rayado de los Chemical Brothers que les altera los nervios; desde papá, tías y abuelos, todos quedarán satisfechos escuchando esta genialidad.
http://youtu.be/fY0oPg1h8fQ