Jack White, 70 años de rock and roll en sus venas
Fotos: David James Swanson
¿Cómo plasmar una síntesis de la evolución del rock and roll en un escenario?, ¿cómo reflejar 70 años de salvaje historia musical en una sola carrera siendo fiel a tu propia transformación como artista? Son preguntas que quizá Jack White sí sea capaz de responder. La noche del domingo 9 de octubre de 2022, en la Ciudad de México, pudo ser testigo de dicha demostración en el escenario del Pepsi Center.
La genialidad y energía de White, quien ha editado los álbumes Fear Of The Down y Entering Heaven Alive en 2022, no parecen agotarse cuando tiene seis cuerdas entre los dedos. Un plano secuencia de rock and roll podría ser un calificativo cercano a lo que Jack hace en el escenario. Intentaremos ir por partes para asimilar lo vivido en este espacio ubicado bajo el viejo “Hotel de México”.
Todo arrancó con un “Kick Out the Jams Motherfuckers”, un extracto de aquel clásico de los protopunks MC5, Motor City Five, acusados de ser una de las bandas más escandalosas y punks antes del punk en Detroit, tierra de Jack White. Luego, el “jam” entre los músicos en el escenario dio paso a “Taking me Back”, reciente sencillo de Fear Of the Down.
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Una explosión de distorsión reventó los parlantes e hizo taparle los oídos a más de una de las personas presentes en la ceremonia de estridencia y guitarras a tope, con la llegada del segundo track que le da nombre a dicho álbum y que con la intensidad de su riff principal nos recordó al duro sonido de Wolfmother; primer parada en este recorrido a través de varias décadas del rock.
La segunda parada llegó con “Black Math”, parte de su repertorio con White Stripes, la banda con la que conquistó a adolescentes del naciente milenio, muchas de ellas y ellos encontrando en White, seguramente, su primer acercamiento al rock crudo.
“Hi-De-Ho” fue parte de esta secuencia de ruido que no dio respiro a las y los asistentes, quienes no conocieron el silencio durante la presentación, después llegó el momento en que Jack nos transportó tanto al country, como al sonido “rollingstonero” de los 70, con Jimmy Miller a la cabeza y las piezas acústicas de Led Zeppelin con canciones como “Love is selfish”, un Going To California moderno.
Para este punto apareció un contrabajo en el escenario junto con una guitarra cuasi vaquera, que demostró, por si hubiera la duda, que White no es sólo distorsión. Un piano al centro marcó la pauta para la aparición de otro clásico de los White Stripes, “Dead Leaves and the Dirty Ground”.
Pantalones negros, botines blancos y una camisa tipo guayabera que todo el tiempo reflejó un azul eléctrico con las luces, acompañaron el cabello del mismo tono de Jack que sasió la sed de sus fans con “I Think Smell a Rat”, “Hotel Yorba” y “The White Raven”, canciones con sonidos muy diferentes pero enlazadas entre sí a través de transiciones muy bien logradas por White en cada cambio de guitarra. Sin darse cuenta los oídos y emociones del público pasan de las guitarras más limpias, impresas por la estética de los viejos cantantes norteamericanos, hasta la crudeza de un distor y el rechinido de un slide.
Un show de Jack White no solo es, como dije al inicio, un recorrido a través del rock and roll de los últimos 70 años, (cualquier parecido con Impala909 es pura coincidencia), también es un viaje a través de la carrera de este virtuoso artista. Su legado con los White Stripes, The Racounteurs y Dead Weather queda plasmado durante la selección de la noche, mención honorífica a “I Cut Like a Buffalo” única rola de esta última banda y que sirve de cerrojo antes del encore, dejándonos un sabor de boca similar al que nos dejarían los Stranglers si los viéramos tocar “Peaches”.
Después de poco hacerse del rogar, Jack y su banda –en la que destaca el tremendo Daru Jones en la batería– regresaron al escenario para terminar el trabajo con Steady As She Goes de The Raconteurs, Feel In Love With a Girl de los Stripes, What´s the Trick y el clásico que ha sobrepasado de lo que seguramente White alguna vez imaginó, “Seven Nation Army”, que cerró el show de forma definitiva.
Con sonidos que coquetean con Zeppelin, Hendrix, Rolling Stones, Alice In Chains, The Clash, Muddy Waters, MC5, Strangles, Buddy Guy y su propia leyenda White Stripes, Jack, portó en el escenario 70 años de rock and roll, un Jack que es capaz de administrarlo vía seis cuerdas ante cualquier persona dispuesta a pararse frente a él.
La próxima vez, usted debe estar ahí.
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