'High Fidelity', la película (y soundtrack) para lidiar con tu soltería
Sabemos que el día de San Valentín realmente se inventó para torturar a las personas solteras. Una amplia gama de estados emocionales puede acompañar el hecho de no tener pareja durante esta celebración, desde una presumida indiferencia, hasta una sensación amarga de desilusión y soledad.
Afortunadamente, se han producido miles y miles de películas que cubren el espectro completo de las emociones humanas y todos conocemos el poder de una película para sentirse bien cuando se necesita. Así que si no tiene con quien pasar este 14 de febrero, High Fidelity es una excelente lección para abrazar tus fracasos amorosos y lidiar con la soltería en esta época del año.
La comedia romántica de Stephen Frears, High Fidelity, se estrenó en el 2000 y trajo consigo una apreciación de la música que algunos pueden decir que no tiene comparación. Basada en la novela homónima de 1995, de Nick Hornby, la película sigue la historia de Rob Gordon, interpretado por John Cusack, el dueño de una tienda de discos en Chicago con un intenso conocimiento musical, que después de ser abandonado por su pareja una vez más, decide ponerse en contacto con sus ex novias para examinar dónde fue que todo empezó a salir mal ó si simplemente está destinado a morir solo y a ser rechazado por todos los que ama. Lo que sigue es un viaje introspectivo sobre sus intentos en el amor mientras es llevado involuntariamente por diferentes etapas de la edad adulta. Los resultados son a menudo hilarantes, dolorosamente verdaderos y siempre acompañados de la mejor banda sonora de la historia.
La película es narrada por el propio protagonista Rob, quien recita las historias de sus cinco peores rupturas.
Constantemente rompiendo la cuarta pared, creando mucha más intimidad con los espectadores, el personaje de Cusack cuenta a través de monólogos sobre su necesidad de comprender sus fracasos amorosos. Estas confesiones tan directas no son sólo una gran parte del atractivo general de la película, también son lo que hace que la película se destaque entre otras comedias románticas. Como tal, el sentido de humor autocrítico de Rob colorea juguetonamente todo el relato.
Aunque esto hace que en momentos Gordon pueda parecer arrogante, antipático e incluso en ocasiones un poco misógino, también ayuda acentuar el proceso de madurez y el desarrollo del personaje de manera más profunda.
La narración permite un enfoque más personal y crudo sobre la montaña rusa de emociones que sentimos cuando tenemos el corazón roto.
La música es una parte integral de la película, que nos guía a través la travesía de nuestro protagonista. Siendo el dueño de una tienda de discos, Rob siempre está rodeado de música. Mientras que la mayoría de las películas se centran en la melodías de fondo para invocar emociones, High Fidelity pone las pistas en primer plano, como si fuera un personaje más. La música complementa cada diálogo y encaja a la perfección en la desgarradora narrativa y terminan representando impecablemente el estado de ánimo de los involucrados en la escena, incluyendo al espectador.
Si bien el material sonoro puede agregar un valor especial a la historia, también le da un matiz diferente y más agradable a la personalidad de nuestro antihéroe. El soundtrack te hará recordar algunos de tus favoritos de la música, expandir tu conocimiento musical y establecer el hecho de que hay una canción para cada momento de la vida.
“¿Qué vino primero, la música o la miseria? ¿Escuchaba música pop porque era miserable? ¿O era miserable porque escuchaba música pop?”.
High Fidelity ofrece una de las representaciones más verdaderas de las relaciones amorosas que encontrarás en el mundo del cine. No vemos a Rob en una película típica, en la que, en medio de un emocionante conflicto o drama, se enamora de la mujer perfecta, con quien vivirá feliz para siempre. Tal fantasía no sucede con tanta frecuencia en la vida real, no como nos lo quieren vender la mayoría de las comedias románticas.
Esta cinta nos muestra de manera realista que muchas relaciones no tienen éxito. Su personaje principal, como la mayoría de las personas, pasa por muchos ciclos, en los que tiene novia, se separa, se toma el tiempo para lidiar con eso y luego continúa. Vemos como con el tiempo se da cuenta de que no existe una relación ideal, en la que uno está completamente satisfecho y se las arregla para ser honesto consigo mismo y aceptar a las personas tal y como son, en lugar de idealizar a sus parejas.
Esta historia nos recuerda que lo que parece ser el final podría no serlo, y que cada relación tiene algo que enseñarnos sobre ser una mejor persona, para nosotros mismos y para aquellos a quienes amamos. High Fidelity logra colocar un tema cliché, como lo puede ser una ruptura, y lo convierte en un viaje de autoconocimiento, siempre con la música en su núcleo.
En 2018, se anunció que la plataforma de streaming Hulu, haría una serie también basada en la novela de Hornby, donde el personaje de Rob Gordon sería interpretado por una mujer, Zoe Kravitz, una elección muy acertada ya que su madre, Lisa Bonet, interpretó a Marie De Salle, una de las conquistas de Rob, en la película del 2000. Curiosamente la serie se estrena este mismo 14 de febrero. Así que si te logramos convencer de ver o incluso de volver a ver la adaptación de Frears, y te quedas con ganas de más, puedes empezar a maratonear la serie a partir hoy.