"Solía odiar mi cuerpo pero ahora te odio a ti": Cómo sobrevivir a los 20 según Fenne Lily
Los 20 parecen ser una etapa de la vida utilizada por las personas para descubrirse a sí mismas. La mayoría lo hace equivocándose mientras se divierte, pero hay algunos ermitaños que prefieren descubrirse de una forma no tan convencional como es el caso de Fenne Lily, la joven compositora británica de 23 años de edad cuya madurez llegó muy temprano y lo demuestra en su más reciente lanzamiento, BREACH.
Para la realización de este álbum, la artista con sede en Bristol se inspiró en un aislamiento voluntario de un mes que realizó a la edad de 21 años en la ciudad de Berlín, encontrando en su soledad una muy temprana adultez que devino en un crecimiento personal y una sensatez que, a la postre, plasmó también en las 12 pistas que componen su más reciente creación.
En palabras de la creadora, tras este tiempo de aislamiento descubrió que puede sentirse «cómoda» consigo misma y ya no necesita obsesionarse «con las relaciones para sentir que tengo algo de qué hablar».
Es común que los músicos busquen materia prima en las relaciones que ellos mismos experimentan y Lily confió en eso durante gran parte de su primer álbum, Hold On de 2018. El disco tenía sus méritos, la hermosa e íntima entrega vocal de Lily, por ejemplo, aunque hizo poco para destacar entre la abundancia de cantautores armados con guitarras volantes y letras confusas sobre el amor. Con BREACH, sin embargo, Lily ha subvertido su estilo de escritura por un lirismo más sardónico y creativo; la torpeza, la auto aceptación, el abuso, el amor, la desintoxicación y la soledad se ven aquí. Agradablemente, ella también aumentó la distorsión y ahora es capaz de plasmar en sus obras un mayor alcance sobre el desarrollo de uno mismo a los veinte años.
Y es que mientras On Hold fue escrito cuando Lily era apenas una adolescente, este disco, en sus propias palabras, «es una prueba de que puedo ser emocionalmente estable, incluso si ahora mismo me siento un poco arriba y abajo».
El reciente single “Solipsism” es quizás el mejor ejemplo de este enfoque más directo, con una melodía de vaivén, guitarras eléctricas retorcidas y una sección de percusiones que, si bien suena simple, también suena poderosa. Si no fuera por la voz etérea de Lily, desplegada de manera excelente en todo el álbum, podría confundirse con un himno de rock.
Después de la apertura espacial y etérea que nos brinda “To Be A Woman Pt. 1”, “Alapathy” se yergue como otra de sus pistas más optimistas hasta la fecha. Los arreglos en general son delicados y lujosos, lo que viene a reiterar esa nueva sensación de madurez y paciencia plasmada por la autora en el disco.
En este punto es debido mencionar que el álbum no funcionaría tan bien si no fuera por el sentido del humor irónico de Lily, mismo que aparece de manera más prominente en esas canciones que tratan más directamente sobre las relaciones amorosas, ya que en lugar de servir como vehículos para la autocompasión, “I, Nietzsche” y “I used to hate my body but now I just hate you” enmarcan el sentimiento de empoderamiento dentro de las desilusiones amorosas.
A la par, ocurren también canciones como “Birthday”, una pieza que también toca el tema de la ruptura, pero lo hace de una manera deliciosamente oscura. Mientras, las campanillas de viento tintineantes en la apertura de “Elliott” insinúan un nuevo comienzo; un bebé inocente balbucea en “98” para ofrecer una perspectiva de cuánto ha crecido como persona y artista y también hay algunos recuerdos sobre relaciones. Y, finalmente, “Laundry and Jet Lag” despliega una metáfora predecible que compara dejar a un ex con dejar de fumar cuando dice «He quedado con las cicatrices, de ti», en medio de unas encantadoras cuerdas silenciosas.
Podría parecer que BREACH carece de abundancia, de ganchos inmediatos o momentos trascendentes. Sin embargo, no es así, de hecho, los registros de este nuevo álbum están tan bien elaborados que harían sonrojar a los compositores más experimentados, y es un ejemplo contundente de que Lily claramente ha construido algo exclusivamente suyo y por lo que vale la pena seguir buscando.