Feb 21

Feb 21 El Darién se debate entre la conservación de su suelo y la conectividad

5 mil kilómetros de distancia es lo que divide Centroamérica de Sudamérica. El Tapón de Darién es una de las selvas que se encuentra entre Colombia y Panamá. Es famoso por la complejidad que tiene atravesarla, las dificultades terrenales se suman a las climáticas y a la posibilidad de encontrarte con el Servicio Nacional de Fronteras. En estas condiciones viven algunas y algunos indígenas como los Guna, habitantes de la frontera. Actualmente, este pueblo nativo está amenazado por dos problemáticas: el cambio climático y la construcción de una autopista que cruzaría de un país a otro.

Desde los años 60 se discute acerca de la carretera que debería cruzar en línea recta el Tapón de Darién para facilitar el acceso a las personas. Actualmente, para recorrer 30 kilómetros se deberían hacer más de seis horas en lancha, mientras que en carretera apenas serían dos horas, según ha podido comprobar un equipo del portal de noticias BBC Mundo.

Algunos pueblos del Darién, como Boca de Cupe, exigen un medio de transporte más eficaz que les ayude a tener una buena comunicación con otras comunidades para mejorar su economía, y por ende a la del país. Sin embargo, las y los Gunas aseguran que traspasar la selva del Darién mediante una carretera o un tren supondría una pérdida masiva de biodiversidad.

En el Darién se pueden ver más de 400 especies diferentes de aves, 60 anfibios, así como pumas, caimanes y jaguares. Según la revista Semana, 25% de plantas y animales que habitan en el Darién son endémicas; es decir, que son únicas de aquella zona. La selva es una gran carta de árboles, arbustos y plantas diferentes. Por este motivo, las y los indígenas de la zona alegan que introducir una infraestructura en medio de la selva provocaría que tanto las especies que se encuentran allí, como sus habitantes desaparecerían, pues los animales y plantas del Darién son su vida.

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