La historia del cine, desde muy temprano, está muy apoyada de la pornografía y el erotismo. En cuanto la gente pudo filmar cosas, también se filmaron actos que pronto se consideraron obscenos e inmorales.
El cine y el porno: Toma 1
Desde 1897, año en que se hizo el primer cortometraje erótico, películas de contenido sexual comenzaron a ser producidas y su distribución no difiere mucho de lo que sucede hoy en día: canales clandestinos, lugares mal vistos y actos que la época consideraba vulgares.
Inclusive en décadas posteriores, ver o tener películas eróticas, pícaras o pornográficas era considerado un crimen y el poseedor o espectador podía pasar tiempo en prisión bajo cargos de obscenidad.
No fue sino hasta casi 100 años después, en 1970, que la producción pornográfica de Norteamérica se volvería un símil a lo que hoy tenemos, llena de pestilente glamour, humor voluntario o involuntario y excesos desmedidos.