Luego de dos años de ausencia debido a la pandemia por COVID-19, vuelve la fiesta y el beat del festival de música electrónica más importante de México, el Electric Daisy Carnival (EDC) al Autódromo Hermanos Rodríguez de la Ciudad de México. De la mano de los más de 280 mil asistentes que se dieron cita, desde el viernes 25 hasta el domingo 27 de febrero, la energía fluyó entre las y los presentes.

Y es que bajo las luces, los fuegos artificiales y el ritmo que los mejores DJs del mundo le pusieron al festival este fin de semana en la CDMX, hubo una gran fiesta que culminó con euforia, grandes sonrisas y las ganas de regresar en 2023.

Mientras que algunas de las y los asistentes optaron por máscaras de arlequín, penachos, orejas de conejo, gorras y playeras de sus DJs favoritos. Otras personas prefirieron los leotardos, las transparencias y los disfraces más creativos para gozar del festival y presumir su mejor “ofni”.

El Kinetic Field, como escenario principal, lució con el regreso del sello por excelencia del festival: un búho en todo su esplendor; su cabeza y ojos se movían, junto con las fuentes de agua que se encontraban en las laterales del escenario. Y no faltaron los lásers y el fuego que provocaron una experiencia inolvidable.

Como parte de los festejos por el esperado regreso del EDC, el cartel contó con grandes exponentes de la electrónica, como Timmy Trumpet, Vini Vici, Dimitri Vegas & Like Mike, Claptone, Zedd, Boris Brejcha, Deorro, Purple Disco Machine, Lost Frequencies, Dead Maus, entre otros.

Como cada edición hubo DJs que “rompieron” el escenario, tal es el caso de Timmy Trumpet, que luego de tener un grave problema de sonido al momento de iniciar su set, –lo que costó un silencio de más de cuatro minutos en el escenario principal– hizo que todos se olvidaran del mal momento al tener una destacada participación, poniendo a saltar a quienes lo presenciaron. A mitad de su set mencionó:

“Este es mi primer show internacional después de dos años y estoy muy feliz de que sea en México”.

El dúo belga Dimitri Vegas & Like Mike abrió con su ya característico “yo no quiero agua, yo quiero tequila”, arrancando con una de las presentaciones más esperadas del festival y generando euforia con sus grandes éxitos. Los belgas se ganaron al público diciendo: “Desde hace mucho queríamos estar con nuestra familia mexicana y estamos seguros de que esta noche la vamos a romper”.

Otro de los DJs que la gente moría por escuchar, era Purple Disco Machine, quien dio cátedra de cómo prender al público y llevarlo hasta las nubes con sus mejores éxitos y adaptaciones de grandes clásicos de los años 70 y 80.

Y como dato curioso, DJ Deorro puso a bailar a la gente en el escenario Circuit Ground al ritmo de “Payaso de Rodeo” del grupo Caballo Dorado, como si estuvieran en una boda mexicana, lo cual causó risas y furor entre los asistentes.