Haciendo Calle: La coperacha para trabajadoras sexuales de la CDMX frente a la crisis de la covid-19
Era 19 de marzo, cada vez se sentía más la tensión de una pandemia que se estaba desatando a nivel mundial y acercándose sin freno a México. Algunas personas empezaban a resguardarse en casa, pero estábamos a tan solo unos días de que la jornada de confinamiento fuese anunciada de manera oficial. Había mucha dudas e incertidumbres en ese momento de lo que se avecinaba, una situación que nadie estaba preparado para encarar. Una de aquellas preguntas que se hizo una parte de la población fue ¿qué pasará con las trabajadoras sexuales?
Ese jueves de marzo se reunieron en una casa en la colonia Nativitas mujeres de diferentes contextos, unidas por la misma motivación de responder a esta pregunta. De esa reunión Haciendo Calle, la coperacha para trabajadoras sexuales frente a la crisis de la COVID-19. Días después empezó la campaña en redes sociales para dar inicio a la recolecta de fondos y donaciones destinadas en su totalidad a ayudar a estas mujeres.
¿Qué es Haciendo Calle?
Haciendo Calle es la unión de tres organizaciones:
El Centro de Apoyo a Identidades Trans (CAIT): organización que trabaja también con mujeres trans trabajadoras sexuales, migrantes, que viven con VIH, o empobrecidas.
La Alianza Mexicana de Trabajadoras Sexuales (AMETS): grupo de mujeres cisgénero que ejercen el trabajo sexual en redes y en plataformas digitales que trabajan por la despenalización del trabajo sexual en México y en crear redes de apoyo entre las mujeres que lo ejercen.
El Condomóvil, que se encarga de distribuir condones e insumos de protección a la población en general, no solo a las poblaciones clave o a poblaciones de la diversidad sexual, si no incluso a la gente más precarizada.
Adicionalmente, Haciendo Calle es apoyado por voluntarias que en su mayoría son estudiantes o académicas. Hablamos con Natalia Lane, coordinadora de CAIT, sobre este proyecto:
“Haciendo Calle es un esfuerzo colectivo de trabajadoras sexuales cis género y trans, de estudiantes de la academia, de voluntarias, de gente de sociedad civil y activistas que empezamos a accionar colectivamente para ayudar a las trabajadoras sexuales en calle sobretodo las que están atravesadas por mayores estructuras de opresión como son las mujeres migrantes, las mujeres trans, las mujeres de la tercera edad, las mujeres pobres, racializadas. Creíamos que era muy importante que este esfuerzo colectivo se materializara y se tradujera en una calidad de vida un poquito mejor. Sabemos que no podemos cambiar las realidades de todas las personas, pero podemos contribuir a la tarea que no hace el Estado y las instituciones de gobierno”.
El trabajo sexual en contextos de COVID-19
La crisis que desató la COVID-19 fue una suerte de lupa que magnificó problemas estructurales en diferentes áreas de la sociedad: la salud, la economía, la desigualdad socioeconómica. Las trabajadoras sexuales se vieron como una de las poblaciones más vulnerables frente a los riesgos de la pandemia, respuesta de falencias a nivel legislativo que no las protege y, por ende, no tuvo cómo reaccionar de manera efectiva a las demandas que se agravaron con la crisis. Algunas de estas problemáticas nacieron de la disminución sustancial de trabajo por miedo al contagio, ya que la mayoría de las veces un servicio incluye contacto físico y, además, ponía en riesgo la salud de muchas de estas mujeres que no podían dejar de trabajar a pesar de la situación. Así nos lo cuenta Natalia:
“Reconocemos que las trabajadoras sexuales no podemos tener las medidas de seguridad y de sana distancia como cualquier otra persona porque nuestro trabajo implica muchas veces contacto físico, cercanía, entonces eso vuelve más difícil que podamos tener distanciamiento. Entonces somos más vulnerables al contagio. Pero también hay otras brechas de desigualdad y otros problemas que enfrentamos que vinieron a reforzarse en la pandemia. Como por ejemplo el hecho de no tener atención médica, seguridad social, el hecho de no tener derechos laborales reconocidos y, por supuesto, la disminución de trabajo que hubo considerablemente en los diferentes puntos de trabajo sexual en la CDMX.”
Haciendo Calle nace para subsanar, dentro de lo posible, algunas de las necesidades inmediatas de dichas mujeres. Se han hecho entregas de despensas, alimentos, ropa, zapatos, artículos de higiene personal, apoyos económicos de mil pesos y jornadas de comidas calientes para aquellas que se quedaron sin hogar o que ya estaban en situación de calle. Del periodo de marzo a julio, Haciendo Calle ha hecho entrega de aproximadamente 500 despensas y 250 mil pesos en ayudas económicas, que se entregaron directamente a las trabajadoras sexuales en efectivo para sus gastos. También se ha procurado realizar un trabajo de generar alianzas entre trabajadoras sexuales: “El reto más importante ha sido ese, generar confianza entre las trabajadoras sexuales y entender que solamente juntas podemos cambiar al menos una pequeña parte de la realidad en la que vivimos en América Latina, y particularmente en la CDMX”, apunta Natalia.
Aunque el futuro es incierto, la idea es que Haciendo Calle continúe trabajando mediante intervenciones en calle entregando despensas y apoyos económicos, talleres de prevención y sensibilización entre trabajadoras sexuales.
“Generar una formación política entre ellas, y sobretodo empezar un proceso en el que las compañeras se involucren para el reconocimiento de sus derechos como trabajadoras sexuales, porque actualmente en México si bien no es un delito ni una falta administrativa (al menos en la capital), para el trabajo sexual no hay una regulación que reconozca nuestros derechos. Seguimos estando resagadas en acceso a la vivienda, servicios médicos, a la impartición de justicia, entonces esta sería una buena oportunidad para detonar no solo prácticas asistencialistas si no también un proyecto a futuro de empoderamiento a las mujeres”, afirma Natalia.
¿Cómo puedes ayudar?
La pandemia no ha acabo y siguen existiendo muchas necesidades en la población de trabajo sexual, por lo que Haciendo Calle sigue trabajando activamente y recibiendo donaciones. Si estás interesada o interesado en ayudar, existen tres maneras para hacerlo:
1. Donando dinero a través de las cuentas de CAIT destinadas para ello:
2. Participando en el ciclo de conferencias organizado por Zorroridad Mx impartidos por diferentes feministas, cuyas ganancias serás donadas en su totalidad a Haciendo Calle.
3. Finalmente, donando tu tiempo a través de un voluntariado, difundiendo la información y visibilizando la causa.