Por: Alan Luna (@AlanisMoon)

Julio Cortázar está de moda. Voltees a donde voltees, habrá un nuevo lector de Rayuela que lo encumbre como el escritor más importante de la humanidad —cosa debatible mas no refutable completamente. Bien, pues antes de escribir su novela cumbre —en 1956 específicamente— el maestro Cortázar publicó Final de juego, libro de cuentos divido en tres partes, en cuya última sección venía incluido uno titulado simplemente: “Axolotl”. De las muchas maravillas literarias del argentino con acento francés, este pequeño relato es uno de los más potentes, tanto en su contenido como en su forma. La mirada absorta en un ser extraño y la pérdida de la conciencia del mismo ser. ¿Qué se es y qué no se es? Si pueden denle una leída y verán que la fascinación por un animal tan extraño como los axolotes (o ajolotes), es algo completamente justificado.

Axolotes Mexicanos - "Pandachila"

Ahora te sitúas en el verano. El sol abrasador. Los pantaloncillos cortos por las tardes. Las vacaciones adolescentes en las que diariamente tienes una reunión de amigos. Se juega nintendo. Se pasea por el parque. Se sacan las bicicletas. Se toman fotos. Se ven películas. Las pláticas sin importancia. Las fiestas. La diversión por la pura diversión. Ser un pre-adulto te da algunas libertades a las que, seguramente, extrañarás cuando el sentido común domine tu existencia. Con tu grupo de amigos, tienes ciertas canciones que los unen como entidad de amistad. En ese playlist sagrado, cuatro canciones destacan sobre las demás.

Comenzó el apocalipsis de los muertos vivientes.

Axolotes Mexicanos (@axolotesbanda) se llama la banda. No son mexicanos, ni son axolotes —según ellos, los axolotes son el animal más parecido a un pokémon y por ello su nombre. Son de Asturias, dicen, y aunque no los conoces, aunque jamás los has visto o platicado con ellos, las cuatro canciones son suficientes para enlazarte a ellos de manera especial. Ya son parte de tu pandilla. Los amas porque hacen la construcción perfecta: pop con alma de punk. Las letras sin tapujos, sin consecuencias, así como es la adolescencia: un amor zombie, un reclamo por no subir una canción, una cristiana embarazada que, por el simple hecho de estar preñada, ya se vuelve una broma en sí, y una oda a favor del aborto. Cuatro canciones que calzan perfectamente en la vida de cualquier adolescente y que, por su cuidada manufactura, trascienden más allá, haciéndolo un producto universal, para cualquier edad. Infectados es el EP más emocionante del año. Por mucho.

Las letras con Cortázar y la música con los de Asturias, ya han inmortalizado a nuestros queridos y endémicos axolotes. Chido.

PD. ¡El video de "Infectados", mola mogollón! ɛ(◕‿◕)ɜ