Cobertura Especial 65 Festival de cine de Locarno.Día 2.

El humor como protagonista. Después de una primera jornada intensa y profundamente melodramática el segundo día de mi reporte tiene que dar cuenta de la vocación cómica de las cintas a concurso. De entre todas ellas llamó mi atención "Problema de imagen", un curioso documental local donde dos jóvenes realizadores (Simon Bauman y Andreas Pfiffner) se proponen investigar cuál es la imagen de Suiza en el extranjero y qué podrían hacer ellos para mejorar, lo que en su opinión, es una reputación muy mala. Cargado de un sarcasmo e ironía desbordantes y tomando prestadas herramientas del método que ha encumbrado a personajes como Michael Moore como la super estrella de las cintas de no ficción recientes,"Problema de imagen" usa todos los lugares comunes e imágenes preconcebidas del país anfitrión del festival para hacer un comentario social y proponer algo. Para todos los que crecimos viendo series animadas producidas en Japón (no lo nieguen, muchos de ustedes veían igual que yo "Remi" y "Heidi") nos resulta obvio que el paisaje helvético se traduce en verdes montañas con picos nevados rodeadas de lagos y habitadas por vacas sanas y felices.Justo de esa idea parten los directores para demostrar que existe gracias a que la han promovido los mismos suizos y para cuestionar su verdadera utilidad hoy en día. Expuesto lo anterior, la cinta da un interesante giro al señalar la imagen turbia del país como paraíso fiscal y refugio de fortunas de políticos corruptos y saca dólares especuladores de todo el mundo. Así, Bauman y Pfiffner, retratan una Suiza muy lejano a la postal del "Mont Blanc" donde la gente se ha vuelto mayor, un "poquito" racista y bastante aburrida mientras aprovechan para proponer que la nación, en la voz de sus afortunados ciudadanos, ofrezca disculpas a todas las naciones del mundo que ha perjudicado (al respecto, resulta muy divertida la secuencia en la que los directores entregan dinero en efectivo "de regreso" a sus entrevistados en el extranjero a nombre de los bancos suizos). Ya entrados en gastos, los directores rematan haciendo un exhaustivo casting y un ciudadoso scouting para recrear la imagen de su país. El resultado es una secuencia con helicóptero incluido en medio de un impresionante lago con la güera que acompaña estas líneas. Por lo visto, cuando las verdades son duras, el cine es un buen vehículo para decirlas y el humor es muy útil para que se acepten de mejor manera. Nos seguimos leyendo por aquí muy pronto. Saludos El More

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