Texto y fotografía: César García Durán Es tiempo de revoluciones, y el mejor lugar para ello es el Festival Cervantino, que dio pie para presenciar una revolución del rock. Con esa base inició el espectáculo en la histórica Alhóndiga de Granaditas que días antes presenció la fiesta electro guapachosa de Systema Solar.
Sin retraso y con un público expectante, los poco más de 130 músicos, conformados por distintas bandas del estado, acompañados por el Coro de la Escuela de Música de León, alumnos de la Universidad de León y de Guanajuato, así como distintos cantantes y una banda de rock formada totalmente por los mejores músicos de este género en el estado, tomaron el escenario para abrir lo que podría ser uno de los mejores espectáculos de esta edición número 45.
Tras una breve introducción de las percusiones e instrumentos de viento, los acordes en guitarra de 25 or 6 to 4 (Chicago) provocaron los primeros gritos y aplausos por parte de los espectadores que abarrotaron la Alhóndiga para presenciar este acto. Gloria de The Doors, fue la segunda adaptación del show dirigido por José Manuel Sandoval Ascencio, que fue aprovechada por el cantante en turno para pedir al unísono un Fuerza México, en recuerdo de las víctimas y los daños tras los sismos en gran parte del centro y sur del país, seguido de Cervantino y Guanajuato.
A pesar de algunas fallas en el audio y los problemas de la intérprete en turno, que interpretó I Don´t Want to Miss a Thing de Aerosmith para alcanzar el tono ideal, el público respondió eufórico ante el tema principal de la película Armageddon. Tras la melancólica canción vino Let It Be de The Beatles, la coreada We Are The Champions de Queen y de nuevo la presencia de algunas fallas en el audio con Total Eclipse of the Heart de Bonnie Tyler.
La atmósfera cambió totalmente al anunciarse la siguiente canción, mientras una voz grave en off de introducción explicaba el contexto del nacimiento e importancia de Pink Floyd, las trompetas y el triángulo daban inicio a Shine On You Crazy Diamond Part I -V, para dejarse llevar por los poco más de 13 minutos que “volaron” la cabeza a más de uno y fue la mejor interpretación de la noche.
El rock en español no podía quedar de lado, Afuera Caifanes y De Música Ligera de Soda Stereo, retumbaron en el mítico recinto con las voces a coro de los presentes, siendo las dos rolas más cantadas y ovacionadas de la noche. Don't Stop Believin´ de Journey y Live And Let Die de Paul McCartney cerraron la noche, junto con el extra With A Little Help Of My Friends de The Beatles.
Toda una experiencia musical distinta a lo que nos tiene acostumbrado el Festival Cervantino que se debiera repetir en futuras ocasiones, poniendo atención a los detalles y fallas antes mencionadas.
Pero sobre todo tomando en cuenta los comentarios de los asistentes, entre los que agradecieron el acto y otros más que se lamentaron del poco valor que los residentes en la ciudad le daban a este tipo de eventos que llegan a la capital del estado cada año.