"Busca Lo Más Vital" en voz de Los Rastrillos y Los Aguas Aguas en El Cervantino
Desde el lunes de la última semana del Cervantino 47, los locales advertían la paralización de la ciudad por la llegada del fin de semana. El sábado las calles eran intransitables tanto para los coches, como para los peatones y alrededor de la Alhóndiga de Granaditas la gente comenzó a hacer fila desde temprano. Los lugares para ver a Los Rastrillos y a Los Aguas Aguas eran codiciados.
A las ocho de la noche Los Aguas Aguas llegaron al escenario anunciando que su participación sería breve, pero solo bastaron un par de canciones para que el público dejara en segundo plano el frío y creara su propia pista de baile. Al poco rato, una pequeña pasó de bailar en los hombros de su padre a bailar arriba del escenario, volviéndose una integrante más de la banda integrada por ocho músicos.
Con una coreografía bien ensayada y coordinada a la voz de: “Aunque no se conozcan vale madres, no se van a casar, namas van a bailar” el ambiente se volvió un poco más romántico, teniendo como clímax la participación de “El Zopi” Gerardo Pimientel.
Poco después aparecieron Los Rastrillos en el escenario, dándole gracias al reggae y a la música en general, por sus 30 años de trayectoria. La banda se mostró enérgica y remarcó la importancia de festivales como el Cervantino para preservar el arte que puede ser llevado de forma casi gratuita a las masas.
La jazzista Iraida Noriega se hizo presente en tres ocasiones diferentes para acompañar a la banda, aunque no intercambio palabras con el público. Cercano al final de la presentación, Los Rastrillos llamaron al escenario a Los Aguas Aguas para compartir un par de canciones entre ellas “Busca Lo Más Vital”, la popular canción interpretada por el amistoso oso Baloo del Libro de la Selva, haciendo un homenaje a la infancia.
La presentación terminó con una audiencia alegre y dispuesta a seguir llenando las calles del Centro de Guanajuato hasta las 5 a.m.