A diferencia de otros años, la inauguración del Burning Man 2014 no contó con luces o happenings artísticos que dieran vida a su ya reconocida tradición; en cambio, miles de “burners” –como se le llama a los asistentes del evento– se vieron forzados a dormir a un lado de la carretera en casas de campaña improvisadas, o en estacionamientos públicos donde se les permitiera el acceso. Esto se debió a que el pasado lunes 25 de agosto (día planeado para la apertura), se vio fuertemente afectado por una tormenta que arrasó con los planes de dar inicio a su edición No.28. -

Sin embargo, a pesar de los contratiempos, esta orgía artística que desde 1986 comenzó a escribir su propia historia en Baker Beach, San Francisco, y que eventualmente se mudó al Black Rock Desert en Nevada, no se dio por vencida tan fácilmente y en un lapso de 24 horas, logró levantar y resolver varios de los problemas técnicos que la lluvia había provocado, y abrió nuevamente sus puertas para recibir a la exorbitante cantidad de 70.000 personas.

Automóviles, camiones, RVs e incluso bicicletas que presumían diferentes modificaciones realizadas por sus dueños, ingresaron el martes 27 de agosto por la mañana para recuperar el tiempo perdido y dar comienzo a la construcción de la mini-ciudad circular que cobra vida durante los 7 días del evento (o en este caso 6). -

Año tras año Burning Man ha manejado un concepto que pretende la libertad total a través de diferentes manifestaciones artísticas y dinámicas alternativas para los burners, quienes a partir del último lunes de agosto y hasta el primer lunes de septiembre, hacen de este espacio ubicado a las afueras del Black Rock Desert-High Rock Canyon, un hogar temporal. -

- Dentro de las actividades más representativas está la de “Adopt a Virgin”, donde asistentes veteranos pueden enseñarle a las nuevas generaciones cómo se debe vivir un Burning Man de manera adecuada; desde el ritual “Check Your Emotional Baggage” donde la gente anota en una libreta todas sus preocupaciones para al final pasar por ellas o quemarlas en el “templo”, hasta las diversas actividades de índole artística, recreativa y sexual dentro del evento.

A pesar de la lluvia, los campamentos improvisados y los problemas de organización, el espíritu de este evento no se apagó gracias al entusiasmo y compromiso de los “burners”, que demostró ser mucho más alto e imponente que la figura del Burning Man mismo. Quien sabe, quizás podamos sumar “Interstate Improv Camping” a las actividades del festival.

Por @elvatodeplop