Tras la triste derrota que vivimos en tierra brasileña, la Brazuquita y yo fuimos testigos de una de las mejores experiencias para entender lo que ocurrió. Luego de vivir con ciudadanos jóvenes y entristecidos la derrota ante Alemania, tuvimos la oportunidad de conocer a alguien que vivió las dos traiciones del futbol brasileño. Aunque era complicado, platicamos con un señor que vivió el “Maracanazo” y que vivió lo de ayer. Lo pudimos encontrar y nos dio una gran charla, en la cual Brazuquita y yo, solo aprendimos. En la búsqueda de una persona que hubiese vivido los dos escenarios, encontramos al indicado. Uruguay y Alemania, los verdugos de su historia. El señor Alberto Juvenal de Oliveira, se sentó a charlar con nosotros y respondió a la pregunta que todos se hacen. ¿Fue peor 1950 o 2014 en Brasil? Sin dudarlo un segundo, con la garganta torcida y los ojos saltados, respondió a ello. “¡Claro que fue pero lo de ayer, una goliza así!”. Fueron las palabras que nos dio. Aseguró que fue una verdadera vergüenza. Que tras la lesión de Neymar, quien asegura era su mejor jugador con cierta razón, sabían que estaban destinados a perder pero no de esa manera. Nos comentó que en contra Uruguay, en 1950, solo se necesitaba el empate para ser Campeón por el sistema de competencia y se perdió por un gol. Fue drástico y doloroso por ser una final, pero no fue la masacre de ayer, aseguró Juvenal.
Tras la platica y la experiencia del señor, nos contó un poco sobre su experiencia y creo que tuvimos mucha suerte. Le preguntamos por algún contemporáneo para poder contraponer su historia con la de alguien más, pero nos aseguró que sus memoria era un “poco flaca”, que si lograba recordarlo nos lo contaría.
Orgullosamente y muy agradecidos, nos despedimos de él cuando de pronto, nos dijo que quería regalarnos un presente. Regresó el señor muy erguido y orgulloso. Cono ese sello de amabilidad que caracteriza a los ciudadanos brasileños y estiró la mano. Me pidió una pluma para firmar un libro. Yo no entendía porque lo hacía. Cuando me voy dando cuenta, era un “Diccionario Gaúcho” escrito por él con todo y dedicatoria. Quedé sorprendido y por de más agradecido. Le dije que había sido un orgullo poder platicar con él y conocer el punto de vista de alguien que estuvo en el Maracaná en 1950 y ayer aquí en Brasil desde su televisor. Así fue la historia de la Brazuca. Conoció el ayer y el ahora de la historia de Scratch.
Por: Juan José Ramírez (@JotaJotaRam)