Me acompaño a los más básico y natural de la raza humana. a caminar y a reflexionar. Un día después del empate mexica con sabor a triunfo y en una ciudad que por suerte ya conocimos de maravilla, no nos queda mas que esperar. Parte de la espera fue estudiar al rival. Me desperté y luego del desayuno, me acompaño al sitio donde los turistas coinciden. Donde no cobran por entrar, es únicamente por consumir.
La senté a mi lado a ver como transitaba todo tipo de transeúnte.
Vio alemanes, americanos, mexicanos, españoles, canadienses, australianos y gente de todos lados. Los saludaba como ella sabe. Le hacían ojitos, con la expectativa de conquistarla para jugar un rato.
Ahí estuvimos la Brazuquita y yo todo el día. En el Fan Fest de Fortaleza, donde la pantalla gigante dicta el ritmo de todos sus feligreses. Hicimos un poco de ejercicio y echamos unas dominadas. Cuando empezó el primer partido entre Holanda y Australia, se emocionó por el resultado. Holanda estaba calificada luego de vencer 3-1 a Australia.
Luego fue la hora de picar algo. Una bebida y algo para relajar las tripas. Un Sandwich de queijo le dicen acá. Es de queso. Luego fue el juego esperado, ver si los elegidos despertaban de esa pesadilla. España encaró a Chile con esa falta de magia y entereza que mostró en su debut. ¿Resultado? 2-0 a favor de los sudamericanos. Mi acompañante estaba de luto. Sus viejos conocidos se despedían más rápido de la Copa del Mundo que lo que tardaron en llegar. Adiós a la roja. Luego del espasmo y conmoción que provocó, descansamos un buen rato. Otra hora entre cada partido. Yo la acariciaba para relajarla y que no se se pusiera más tensa aún.
El último juego de la jornada era de interés nacional. Dos rivales de nuestro grupo A, podían ponerle vinagre al empate conseguido ante Brasil. Y así fue. Los que temíamos que sacaran 3 puntos lo hicieron y de forma contundente. Nuestro próximo rival, Croacia, venció 4-0 al conjunto camerunés. ¡Vaya jornada!
Ella estuvo ahí, brincando y reposando en diferentes partes del día. Siempre a la expectativa de lo que podía pasar y ya lista para encarar su nuevo destino, Recife.