Proveniente de una comunidad rural en Carolina del Norte, Estados Unidos, Betty Mabry, mejor conocida como Betty Davis, se convirtió en un referente del funk en los años setenta. La artista llegó para quedarse a pesar de una carrera musical corta pero fulminante, capaz de cautivar e inspirar a otras estrellas como Miles Davis, Prince, Madonna, Lenny Kravits o Janelle Monáe.

A continuación compartimos un compilado de 9 temas para rememorar el legado de Betty Davis (1945-2022):

Luego de desempeñarse como modelo a los 16 años, Betty Mabry comenzó a frecuentar centros nocturnos como el Greenwich Village o el club Cellar en Nueva York, donde se reunían diversas personalidades de la comunidad artística. Ahí conoció a Andy Warhol. Erick Clapton, Sly Stone y Jimi Hendrix; la joven comenzó entonces con su carrera musical. En 1964 cosechó sus primeros éxitos con los sencillos "Get Ready for Betty" y más tarde en 1968 con 'It's My Life' , aún con el nombre de Betty Mabry.

Para 1968, Mabry contrajo matrimonio con el trompetista de jazz, Miles Davis, a quien transformó su vida, estética y musicalmente; le enseñó las bondades del pelo afro, vestimenta colorida y la música de Cream, Sly Stone y Jimi Hendrix. Tras un año de relación, Betty se separó de Davis pero conservó muy a su estilo su apellido: “Quería que se tomara en serio mi música. No quería convertirme en una Yoko Ono o una Linda McCartney”, declaró la cantante en una entrevista.

Fue entonces que la compositora publicó su primer álbum de larga duración bajo el nombre de Betty Davis (1973); oda transgresora donde se desborda una bestia con voz salvaje, en medio hilarantes guitarras funk. En éste cobran vida su estilo con el que se le reconociera, en temas como “If I’m in Luck I Might Get Picked Up” u “Ooh Yeah”.

El segundo disco de Davis , They Say I´m Different (1974), contiene un tema homónimo y el que probablemente sea el más conocido; homenaje y admiración a la banda Howlin Wolf, Big Mama Thornton y John Lee Hooker. Su álbum continúa con un sonido similar a su debut, con tintes abiertamente sexuales. También destacan las piezas “Shoo-B-Doop” And Cop Him” y “Git In There”.

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A pesar de la influencia que marcó Betty Davis con su música hasta la fecha, en su momento sus discos no lograron ser tan relevantes en cuestiones de ventas. Esto continuó con su tercera producción de larga duración, Nasty Gal (1975). La provocadora genialidad de Davis se muestra en este disco: con ritmos bailables y gruñidos en “Shut Off the Light”; y qué decir “F.U.N.K.”, con su postal ensalzada en el funk con pinceladas soul, R&B y evocaciones a más de sus ídolos musicales.

Desencantada, ella se aisló de la música a finales de los 70: Fue fue hasta el 2009 cuando publicó su cuarto álbum con el nombre Is It Love or Desire?, que había grabado en 1976. Durante una de las pocas entrevistas que concedió Betty Davis, para el Washington Post en 2018, mencionaba su agrado por la vida lejos de los reflectores: “Me gusta que nadie me reconozca cuando paseo por la calle o voy a comprar. Me gusta vivir tranquila, sin que me molesten. Pero sería bueno recordar que en algún momento hice buena música e hice sonreír a la gente”.

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