Por Erandy
El muralista inglés Banksy, hizo su más reciente aparición en Nueva York. En esta lujosa ciudad, el artista urbano ha dejado su marca haciendo notar más de 20 obras que protestan contra la explotación laboral y hacen sátira a establecimientos de comida rápida como McDonalds. A pesar de que el alcade newyorkino Michael Bloomerg diera órdenes de detener al reconocido artista, éste logró ganar la batalla para conservar su libertad de expresión y su arte, ya plasmada en los muros de la ciudad que nunca duerme.
Con ésta controversial gira por Nueva York, Banksy también denunció con su tradicional sarcasmo, la ignorancia del mercado del arte tradicional en museos y galerías pero sobre todo las marcadas élites artísticas. Banksy cerró su estancia con los proyectos Better out than in; una columna en el New York Times (que por razones obvias no fue publicada en el periódico estadounidense pero sí en la página oficial del artista) que llevaba el siguiente título: “El mayor adefesio de la ciudad no es el grafiti, argumenta Banksy, sino la construcción en la Zona cero”; y con la donación de The banality of the banality of evil (un óleo de Hitler ante un paisaje) a una organización de ayuda a personas sin hogar y portadores de VIH. Ésta obra será subastada y se escatima que puede llegar hasta los 200,000 euros.
The banality of the banality of evil: