Abuso físico y mental en centros de rehabilitación irregulares
En Guanajuato, una de las zonas más violentas del país, 91% de los 286 centros de rehabilitación para jóvenes con problemas de adicción son anexos irregulares, lo que incrementa el abuso físico y mental a los adictos en rehabilitación, reveló el portal de noticias Animal Político en la investigación "Anexos en Guanajuato: En la mira del y sin apoyo de autoridades".
En entrevista con Ibero 90.9, Alberto Pradilla, periodista y autor del reportaje de Animal Político, explicó que los anexos se presentan como una solución definitiva al problema de las adicciones, pero la manera en la que "curan a sus internos es a través del abuso físico y mental y es un problema que se ha exacerbado desde el inicio de la guerra contra el narco con Felipe Calderón, sumado a la falta de políticas públicas de prevención de consumo”.
Según datos de la Comisión Nacional Contra las Adicciones (Conadic) se estima que en todo el país hay 3 mil anexos, de los cuales solo 400 centros de rehabilitación están en regla.
Para Pradilla, la razón por la que surgen estos lugares en México se debe a una falta de regulación del uso de varias sustancias.
"La cocaína, la metanfetamina, incluso la marihuana son sustancias ilegales, eso te genera un mercado negro y aquí cabe todo; caben desde personas que tienen un consumo problemático, que lleva años consumiendo droga, hasta personas que habían consumido pocas veces y que su familia asustada y, sobre todo con mucho desconocimiento, los envían a esos lugares”, dijo Alberto.
Estos centros suelen tener más un aspecto de cárcel, con guardias (los cuales suelen ser otros anexados) y carceleros. Es por esto que salir de los anexos suele ser muy difícil para las personas que llegan a ser internadas, ya sea por voluntad propia o por sus familiares.
Centros irregulares en la mira del crimen
Pradilla explicó que en muchas ocasiones no se les permite ver a sus familiares al ser internados, se les golpea y maltrata de múltiples maneras e inclusive algunos internados han llegado a morir dentro de estos lugares. Pero estos centros también son objetivo del crimen organizado; muchos de los diferentes anexos suelen ser atacados por estas fuerzas armadas debido a que dentro pueden encontrarse personas con "deudas" con la mafia. El resultado es un ataque indiscriminado al lugar con perdida de vidas humanas como daño colateral. Inclusive grupos delictivos de otros estados utilizan los anexos como "casa de seguridad" internando a sus miembros para tener sedes de operaciones en otros territorios.
De acuerdo con el periodista, existe también un factor de clases sociales, ya que el uso de los estupefacientes suele tener un uso recreativo para las personas con un mayor poder adquisitivo, mientras que en las clases sociales más marginadas se utilizan como una evasión a su situación del día a día. Mientras que unos pueden seguir viviendo una vida normal, otros terminan una condición mucho peor o dentro de los anexos. Alberto los describió como "agujeros negros" creados por un conjunto de factores en México y que muchas veces solamente ayudan a empeorar la condición y la adicción de las personas que llegan a estos lugares.
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