Vía Instagram de @mare.advertencia.lirika

El hip hop es un lugar donde la libertad, el poder, la verdad, el flow, la música, y sobre todo las palabras, convergen. Incluso, más que un género, es un estilo de vida con su propia estética visual, y de baile. En definitiva, la música está viva, es un ente que siente, que se transforma. Se crea a través de un gran compendio de identidades, proyecciones, sueños y sentimientos de quienes la escuchan y de quien le da vida. Es una extensión de la mente humana, sus complejidades y sus posibilidades. El hip hop tiene grabada esa esencia.

Hace cinco décadas, entre los espacios de la voz y el instrumento, cuando el ritmo empezaba a tomar un lugar central es que nació el hip hop. Se extendió por diferentes barrios de Nueva York; en específico, los que tenían una fuerte presencia afrodescendiente, y de ahí, poco a poco fue contagiado y explorado por las juventudes de todo el mundo. No tiene una fórmula específica, cada quien lo hace como le nace. Habla, juega y mueve significados de palabras, de justicia social y política, moda, arte o cultura, se lo que sea, se ve afectado por el poder de esta cultura, la potencia del rap.

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El hip hop es para todas las almas vivientes, para cualquiera que se identifique, sirve para formar conexiones entre comunidades, valores, ideales, y, en general, las personas. Sin embargo, hasta hace algunos años había pocas mujeres que sobresalían dentro de este género, no porque no fueran talentosas y capaces, sino porque no se les colocaba en la misma posición ni se les daba la misma relevancia. A pesar de esto, las mujeres han sido persistentes, y su presencia y fama ha crecido inmensurablemente.

El rap le ha dado voz a miles y millones de personas, al igual que un espacio seguro para ser quien realmente son. Cuando el mundo te hace sentir chiquite e insignificante, la lírica permite escapar de esas paredes que te atrapan, te ayuda a gritar y hacerte ver. Para las mujeres, por ejemplo, hacerse un espacio que cuente, sea visto y escuchado en el mundo ha sido una lucha contínua. Es por ello, que, entre otras cosas, es sumamente importante escuchar raperas chidas, oír su voz, su pasión, lo que tienen que decir y que compartir. En “Antipatriarca” Ana Tijoux, lo dice impecablemente, “romper las cadenas de lo indiferente” o Mare Advertencia Lirika, que menciona “soy una mujer más que intenta cambiar este mundo”. De igual manera, es difícil no disfrutar los ritmos, las rimas y los bajos que hacen retumbar toda tu cabeza.

Creamos una playlist de raperas chidas con el motivo de conmemorar los 50 años del hip hop. En ella, podrás encontrar rap en español con Ana Tijoux y Mare Advertencia Lirika, o en spanglish con Snow Tha Product y Young Miko, en inglés Kae Tempest, y hasta raperas alemanas como Nina Chuba. Ellas resignifican la cultura del hip hop y el rap a su propia manera. Así que escucha estas rolas para que amplíes tu repertorio, conozcas nueva música y se te quite lo misógino.